Lo primero que dije por la mañana fue: Hasta luego. Y pensé: Qué irónico, hay inicios que empiezan por las despedidas.Que los asteroides pueden chocar, que el hielo quema, que hay mares navegables desde una cama, que las palabras y los martes tienen colores, que hay que creer en uno mismo y sonreír siempre, que si quieres correspondencia empieza por enviarla, que hay cárceles sin barrotes que se deben romper, que hay que vivir el presente, que existen besos empañados por la lluvia, cuerpos explorables con una mochila a la espalda, que la casualidad existe, que hay que ser fuerte, que las creencias pueden mover montañas, que los días de dieciséis horas pueden ser de cuarenta y dos, que no todo está perdido, que todo sólo puede ir a mejor.
Y aunque creo que seguiré aprendiendo a lo largo de estos meses, podría finalizar una etapa en este momento y comenzar de nuevo. Gracias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario