Tengo diez minutos para pensar en universos congelados, donde cada palabra tiene un significado tan natural como la vida misma, y como el hielo. Nanuq.Aniuk.Pukak. Cuando leo cualquier cosa referente a Groenlandia hay algo en mí que me acerca a ese lugar tan lejano. Las miradas de esa gente que sobrevive a los -60 grados de la interminable noche de invierno me transportan a inmensos cielos de estrellas y a rutas marítimas desconocidas. Y todo esto me trae a la mente la estúpida sociedad que hemos creado, que nos mata por dentro poco a poco sin poder ni tan siquiera reconocer nuestra propia identidad. Nuestro verdadero Avativut.
Fotógrafo: Ragnar Axelsson
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