martes, 7 de junio de 2011

Sesenta y ocho. (Para ti)


No lo puedo negar, soy una sentimental desde el dedo gordo del pie hasta las puntas del pelo. Siempre estoy soñando. Aún así, cada día me golpeo a mí misma con metafísica barata. Entonces, ¿en qué punto quedo yo? ¿En el de las personas que se van persiguiendo su realización artística y personal, o en el de aquellas que se quedan quietas, sin reaccionar, esperando a que pase algo?
Y como sé que este es nuestro idioma secreto, y que ya sabes que me gusta empalagar (sólo un poquito), te diré que me encantó conocerte rozando tu mano. Sólo tú y yo entendemos el espacio atemporal que existe entre nosotros, como un lazo que une el pasado, el presente y el futuro. Te propongo irnos al círculo polar, y vivir lo que nos merecemos. Nuestra historia. Esa que nunca tuvimos. Y hacer que nuestro corazón congelado se vuelva rojo, rojo, rojo...

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