lunes, 13 de junio de 2011

Setenta.

Hay personas que me miran raro cuando afirmo que me voy a sacar la licencia de patrón de navegación, cuando digo que mi segunda opción de vida es vivir en África, cuando comento que tengo un cuaderno sólo para desconocidos, uno para mi vida imaginaria en París y otro para mis reflexiones, cuando dejo de estudiar exámenes para irme a compartir una buena conversación acompañada de cerveza, cuando ven mi habitación...Y muchos ya me han dicho que tengo demasiados pájaros en la cabeza, y no me importa tenerlos, porque vuelo a mi manera.
La vida no es sólo trabajo, no es pagar facturas, no es compromiso. En la vida hay que romper cadenas y salir a respirar. La vida es otra cosa. Mi vida es otra cosa.

Y qué le voy a hacer, si no puedo dejar de abrir las alas.

Fotografía: Gabriella Barouch.

No hay comentarios:

Publicar un comentario