viernes, 17 de diciembre de 2010

Treinta y dos.


Prometo ponerme a estudiar en dos minutos y dejar las teorías existencialistas para otro momento, pero no puedo dejar de compartir esto con todo el mundo: Los autorretratos como terapia. Lo que ha conseguido Cristina Nuñez me parece fascinante. Cuando tenemos la visión nublada y el pensamiento más turbio aún, necesitamos que nos muestren la realidad tal y como es, con objetividad. Es la única manera de hacernos sentir un poco más alejados de nuestras prisiones internas.Ella ha escrito un libro en el que muestra su método para salir de esa cárcel. Ese libro se llama Someone to love, y es que tenemos que querernos a nosotros mismos para poder amar al resto.


Y como la fotografía es lo que inunda mi mente en este momento, tengo que presentaros a Bavcar, un fotógrafo invidente. Sus instantáneas, algunas demasiado ilusorias, nos reflejan el arte de lo imposible, y no la imposibilidad del arte. Todos podemos ser sensibles al mundo sin convertirnos en seres vulnerables. No importan nuestras limitaciones.


No hay comentarios:

Publicar un comentario